domingo

Era un país encantado

a veces agradezco tener la posibilidad de ver, de pensar cosas que otros no. Aunque me sienta diferente y sola, creo que me deja llegar más allá de lo básico, del mundo superficial y monótono que nos rodea, que nos envuelve casi sin dejarnos respirar. Comprender la mente de aquellos que abrieron la mía, que dejen de ser simplemente autores para pasar a ser filósofos, gurus o chamanes. Personas aparentando ser "uno más " usaron sus contradicciones personales y las plasmaron en un papel, distribuyendolo en masa a través de libros o de canciones. Cada uno de ellos supo que después alcanzar las manos y los ojos de mucha gente, por defecto, en algún momento de la vida de sus escritos, iban a dar con alguien que pudiera entenderlos, cuestionarlos, hasta aprehender sus creencias y sus pensamientos más claros. Y más allá de que solo sean cuentos o situaciones inventadas, nos dicen algo, nos cuentan un historia real. Porque las cosas reales no son solo las que ocurren o aquellas tangibles, sino que comprende algo más, la definición de la palabra abarca al ser humano y al gran complejo de neuronas que lo mueve.

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